Quien pensaria que salir tarde del trabajo iba a ser una bendición. Uno de esos días en donde el único deseo y esperanza que tienes es llegar a casa, darte una buena ducha y caer muerto en la cama , ese era mi plan hasta que vi esa notificación. ¿Quien lo habría pensado ? Después de tanto tiempo. Seis meses para ser exactos. Por razones casi infantiles la comunicación se interrumpió y no sabía de ella hasta que recibí ese mensaje con una foto adjunta que decia. "Si quieres esto, hoy es tu oportunidad". Esa piel canela, senos firmes con pezones que te hipnotizan y solo piensas en perderte en ellos. No me podía contener, euforia, deseo y miedo en un solo cuerpo. Solo pude responder: espérame, llego en una hora.
Mientras le inventaba una excusa rápida a mi jefe de algún familiar que necesitaba ayuda, solo pensaba cómo iba a llegar en una hora a la ciudad corazón. Luego de echar la gasolina necesaria, muy pasada de las 8pm me dirijo a Santiago. Mientras iba en el camino solo pensaba en la razón por la cual me habló, luego de tanto tiempo. Cuando por fin llegó faltando poco para las 10, le escribo que ya estoy en la ciudad, que la esperaré en el lugar indicado. Sabía que no cumplir mi promesa de llegar a tiempo me iba a costar caro, pero no me imaginé cuanto.
Luego de 20 minutos la veo acercándose y no puedo creerlo. ¿Cómo pudo ? Un vestido negro ceñido al cuerpo, sus pezones bien marcados por encima del vestido me decían que no tenía brasieles, se monta en el carro y me da una dirección donde ir, mientras le digo que no tengo idea porque nunca había visitado Santiago, me dice: no te preocupes. Mientras me toma la mano derecha y la introduce en su entrepierna. Para mi sorpresa, tampoco llevaba ropa interior. Cuando lo toco, lo siento súper mojado y me presiona la mano junto a su clitoris mientras me dice entre gemidos: no sabes cuanto he pensado en ti. Hoy no me pude contener y te escribí. Te quiero adentro de mi. Ahora mismo por favor.
Cuando por fin llegamos a la dirección que me dio, me doy cuenta que es una cabaña con un nombre interesante: Zeus.
Entramos y no espera que la puerta baje completamente cuando se abalanza hacia y me comienza a besar y me repite que me quiere adentro de ella, completo. Aunque era un momento en el que no podía pensar con claridad por la excitación, sabía que me tenía que tomar mi tiempo. Esta oportunidad probablemente no se iba a repetir.
Salgo con ella todavía encima de mi, sin parar de besarme y entro a la habitación. Lo primero que hago es llevarla a la cama, en lo que pago la tarifa. Cuando me doy la vuelta está ella en la cama, completamente desnuda boca abajo, ver sus nalgas super paradas hicieron que me sintiera cada vez más excitado y agresivo. Comienzo a besarla mientras está boca abajo, todo su cuello mientras le halo el pelo y me presiono lo más fuerte que pueda a sus nalgas. pero yo quiero más, así que la volteo agresivamente y la pongo de frente. Quiero besarla completa, explorarla completa, que no haya un lugar de su cuerpo que mi lengua no conozca. Voy besando sus labios mientras le aprieto los senos suavemente, y bajo para enfocarme en ellos. Comiezo con el derecho, intento entrarlo lo más que pueda en mi boca mientras lo chupo y con mi mano izquierda acaricio el izquierdo, sus gemidos me van diciendo que le está encantando. Luego pasó al izquierdo, en ese momento ella me dice que me quiere adentro pero sabía que era muy pronto todavía. No la había probado completa. Así que para calmarla un poco , le presiono mi glande con su clitoris mientras sigo comiendome su seno izquierdo, me ruega que por favor, lo entre que ya no aguanta. Es lo que más desea en el mundo en ese momento. Así que bajo besándola, su abdomen, hasta que llegó a sus labios, los abro y los comienzo a lamer de arriba abajo, de forma circular. En ese momento no sabía que hacía ya. Estaba en un trance de placer del que no podía escapar. Hasta que la escucho decir que esta llegando y no paro de comermela y siento que sus jugos me llenan la barba completa, sus gemidos invaden toda la habitación. Así que
Subo y la beso. Ya obtuve mi premio, ahora le toca a ella. Mientras la beso, le abro las piernas con mis rodillas y sin que lo espere, lo introduzco completo. Ahí es cuando se escucha un gemido sordo junto a grosería. No me importa así que sigo besándola, al mismo ritmo que la voy penetrando. Mientras lo hago le digo: "Esto era lo que querías. Sentirme completo, ahora lo estás haciendo" y ella me dice "ay si papi" curioso que use esa palabra ya que la encuentra machista. Pero parece que en la cama los problemas de género se olvidan. Sigo, penetrándola hasta que me dice que me quiere montar.
Se sube arriba y comienza el vaivén, en este momento es ella en control , se mueve con furia mientras lo único que puedo hacer es apretar sus nalgas y darle nalgadas mientras le digo que le dé más rapido. Mientras más rápido va siento como voy llegando y ella me dice que la espere que ella está por llegar también. Sin esperarlo ni planearlo en completa sincronía, los dos llegamos. Solo queda el residuo del placer llamado sudor en nuestros cuerpos. No sé en qué momento perdí el conocimiento.
A lo lejos escucho un sonido y era el de mi alarma que me indicaba que era la hora de ir a trabajar.
Continuará.
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Uys! Trabajar.
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